Consejos de artesana: 3 trucos para hacer el jabón perfecto
Me gusta compartir mi experiencia porque soy generoso. Pero antes de hacer algo bien, hay que saber equivocarse, porque de los errores se aprende.
1/ Formular con prisa
La fórmula de un jabón es precisa. Cada aceite tiene su propio índice de saponificación y requiere una cantidad diferente de lejía para saponificarse. Así que, si usas una fórmula con aceite de coco y la sustituyes por aceite de borraja, seguro que tendrás un jabón muy suave que se enranciará rápidamente. O bien, si añades demasiada lejía, tu jabón será cáustico: ¡jabón peligroso garantizado! Puedes enmarcarlo, organizar una exposición de arte contemporáneo, pero no lo uses en la piel porque se derretirá🫠.
2/ Desmoldar DURANTE la fase de congelación
Durante el proceso de saponificación, el jabón pasará por una fase donde se vuelve a licuar: la fase de gel. Es como si adquiriera la textura de un muffin líquido. Desmóldalo en este punto y córtalo: se desplomará sobre sí mismo, diciéndote: "¿Por qué me hiciste esto? ¿No me respetas?". Luego, se silenciará para siempre. Un efecto de lava muy elegante.
3/ NO forres tu molde
Usa un molde de madera o cualquier otro material rígido. No uses un molde de silicona, o arruinarás tu éxito. Vierte la masa de jabón. Espera de 24 a 48 horas para que se saponifique por completo. Desmolda. Ah. ¿Desmoldar? ¿Volver a intentarlo? Vaya, vaya... El jabón se quedó pegado al borde del molde para siempre. Ahora puedes esperar a que se endurezca y ofrecerlo con el molde integrado.
No me agradezcas por estos consejos, son gratis, es genial. Florine Legros, gracias por la inspiración ;)
Solène Lebon